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Juego Corpóreo

Las fichas abandonaron el tablero de juego con una nueva tarea: la de vestir al cuerpo. Treparon por él y, no muy acostumbradas a mantenerse quietas, establecieron un nuevo juego que les permitía recorrerlo generando a su paso diferentes prendas. Más que un soporte, el  cuerpo se convirtió en un nuevo tablero dispuesto también a participar de la partida.

Magia Oscura

Sumergida en las tinieblas e inspirada por historias de teror y los rincones más oscuros de lo onírico. Así me dispuse a proyectar en la capa más superficial del cuerpo el reflejo de aquello que se encuentra por debajo del umbral de nuestra conciencia. 
Los miedos irracionales, tal vez producto de algo que vimos, escuchamos o leímos, o simplemente de una pesadilla o pensamiento creado por ese sector del cerebro que nos suele traicionar y recrea imágenes irreales pero horrorizantes.

Todo ello ahora es capaz de materializarse por fuera del cuerpo y apoderarse de él, arrastrándolo entre la niebla a escenarios propios de la literatura de terror. 

Viaje en el tiempo

Mis oídos captaron la suave melodía de una canción de jazz. La música comenzó a aumentar su ritmo y pronto ví como numerosas parejas ocupaban una pista de baile, moviéndose al compás. Las mujeres agitaban sus vestidos con fervor, pues ahora se sentían más libres: sus cuerpos comenzaban a liberarse de las presiones sociales, se cortaban el cabello, fumaban en público y hasta enseñaban sus piernas. La efusividad comenzó a cobrar sentido y lo comprendí: me encontraba en los años 20s.

Expedición a Oriente

Como si de una expedición se tratase, emprendí mi viaje hacia el centro de la cultura japonesa. La riqueza de sus tradiciones y sus costumbres ansestrales me dejaron maravillada, no veía la hora de poder honrarlas en  mis diseños. La idea de combinar la cultura occidental con la oriental inundó mi mente y mis manos obraron en respuesta, creando una nueva fusión de indumentaria.

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